Cada año se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, hay personas que les parece que se insiste mucho con amamantar a los bebés y todos los beneficios que conlleva.
En México tenemos tasas muy bajas de lactancia materna, y para muchas personas amamantar es mal visto si es mas de unas semanas y en público es muy criticado.
Además la mayoría hemos sido criadas con biberón, muchas no hemos visto niños siendo amamantados, hasta los juguetes de bebés tienen biberones, la lactancia no es totalmente normalizada, todavía es mal vista por algunas personas, por eso es importante que las niñas y las mujeres veamos mujeres amamantando como algo natural y no se les relegue a esconderse o cubrirse.
Hace años leí esta anécdota y siempre me ha gustado mucho, precísamente explica porque es importante que se vea y aprenda sobre lactancia, porque el instinto y las buenas intenciones no bastan, una mujer puérpera requiere mucho apoyo e información para lograr establecer su lactancia.
Hace unos años, en un zoológico de Ohio, nació una gorila que se crió en cautiverio. Ya adulta, se quedó embarazada y tuvo una cría de gorila. Como madre, cuidó a su cría del mejor modo que supo, pero no fue suficiente porque no supo cómo amamantarla. Nunca había visto a ninguna gorila dar el pecho y no tenía ninguna noción de que pudiera ser ella quien alimentara a su cría. Su bebé gorila murió.
Cuando se quedó de nuevo embarazada el cuidador de la gorila pensó que tenía que hacer algo para enseñarla a dar el pecho, así que llamó a la Liga de la Leche: varias madres lactantes fueron voluntariamente al zoológico para amamantar delante de la gorila embarazada, con el fin de mostrarle cómo se alimentaba a un bebé recién nacido. Al principio no les hizo mucho caso, pero a medida que se acercaba el momento del parto empezó a mostrarse más interesada en lo que esas mujeres hacían.
No fue suficiente: cuando nació su segunda cría la madre empezó a enloquecer porque, de nuevo, no sabía qué tenía que hacer. El cuidador llamó rápidamente a la Liga de la Leche de nuevo y una madre voluntaria corrió al zoo para ayudarla. Lentamente, fue haciendo paso a paso lo que la mamá gorila debía hacer para alimentar a su cría: primero puso al bebé contra su pecho y lo puso en la posición idónea para que pudiera empezar a mamar, en su brazo izquierdo; cogió su pecho con la mano derecha y orientó el pezón de manera que le rozara los labios para provocar el reflejo de búsqueda y abriera la boca. Una vez la boca estaba bien abierta, acercó al bebé hacia su pecho con un rápido movimiento del brazo y este empezó a mamar. La gorila miraba lo que ella hacía y empezó a imitar los movimientos paso a paso, hasta que con un suspiro de alivio, bajó la mirada y vio que su bebé gorila estaba chupando de su pecho y, por fin, ella estaba logrando calmarlo y alimentarlo.
Fuente. Bebes y más
Esta historia es se comparte a menudo cuando se quiere explicar que un bebé puede nacer con el instinto de mamar, pero muchas madres no nacemos sabiendo dar el pecho, es un acto aprendido.
Amamantar es mucho más que sólo pegarse al bebé al pecho o “echarle ganas”, se necesita mucha contención y apoyo, y por eso es tan importante que haya información sobre lactancia al alcance de todas las mujeres, ya cada quien decidirá con la información adecuada.