Laura Gutman dice que solo en la medida en que estemos bien sostenidas, podremos sostener a un bebé. En esta sociedad muchas veces es muy difícil, ya que
…No hay comunidad que nos avale, nos sostenga, nos ampare, nos transmita sabiduría interior, o satisfaga cualquier necesidad, física o emocional.
…Hoy no tenemos aldea, ni comunidad ni tribu ni vecindad en muchos casos. A veces tampoco familia extendida. Pues bien, necesitamos crear apoyos modernos y solidarios. De lo contrario no es posible entrar en fusión con el bebé. No es posible amamantarlo, ni fundirse en sus necesidades permanentes….
Las mujeres tenemos que organizarnos. Una posibilidad es crear grupos de apoyo, o de encuentro, o grupos de crianza abiertos para que las madres encontremos compañía con nuestros hijos en brazos, comprensión de nuestros estados emocionales y aceptación de nuestras ambivalencias.
Hoy le comentaba a alguien que la sociedad no va a cambiar, que si queremos cambiar algo debemos reinventarlo y cambiarlo nosotras mismas, que los espacios de trabajo y de maternidad tenemos que hacerlos y generarlo, ya que conforme nos relacionamos con más madres, vemos que muchas inquietudes y problemáticas son similares.
Internet nos ha permitido hacer grupos, reunirnos, intercambiar experiencias y opiniones, hablar de cosas grandes y pequeñas , ya que no siempre es obligatorio tener sesudas charlas sobre cada tema, a veces solo necesitas sentir que no eres la única con cierto problema, o poder compartir alguna preocupación que en otro ámbito no sería comprendida.
Hemos encontrado el modo de reinventar esos grupos de mujeres sabias que antes se reunían alrededor de una hogera a compartir secretos sobre la vida, ahora la aldea es global, podemos charlar via skype o webcam con personas que antes jamás hubiesemos conocido, hacer cortas distancias enormes, acercar continentes y descubrir que las mujeres somos muy parecidas aunque las fronteras nos separen.
Y cuando por alguna feliz casualidad puedes hacer esa charla en persona, ponerle cara a los nicks, darles un abrazo, ver a los pequeños que contemplabas en fotos, escuchar la voz que en otras ocasiones leias a través del messenger, te sientes maravillada de este mundo tan grande y tan pequeño a la vez.
Muchas gracias chicas por darme la oportunidad de conocerlas y compartir un momento de su tiempo.
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio…
y coincidir