La violencia obstétrica se esconde tras esta frase, “tienes a tu bebé, de que te quejas”.
A raíz de una pregunta que hice en la pagina de Facebook de Criandocreando, llegaron varios comentarios conmigo,y un testimonio especialmente triste que me hicieron favor de enviar estoy publicando varios posts al respecto.
Esa vez la pregunta fue ¿Fuiste bien tratada durante tus partos o cesareas? ¿Cómo fue la llegada de tu bebé?
Me contestaron enla pagina de Facebook
-
NO!!!!!!
-
1/7 🙁
-
Afortunadamente si, ambos partos, creo que tuvo que ver el que hable todo c on mi medico, lo que quería y no quería. El 1ero fue muy medicalizado pero respetado y el segundo natural natural y con mi doula y pediatra respetuosa de la lactancia desde el minuto 1, la clave la información.
-
Con mi primer bebé que fue parto espontáneo peeeero se hizo medicalizado por protocolo, no fui bien tratada.. por lo menos no en admisión.. ya en sala de labor sí me trataron mejor. Con mi segundo bebé con mi cesárea no, no me trataron muy bien. Con mi parto natural, totalmente respetado y feliz!!
Si, por suerte, en el primero estaba muy bien informada, sabía exactamente lo que quería y lo que no y busqué una clínica de partos naturales. Mi segundo parto fue en casa, mejor tratada que ahí, imposible.
-
SI!! y fue en el IMSS
-
Sí en parto y césaria super bien respetado y tratandome como una reina y aceptando lo qué yo quería es sólo de informarse y pedir las cosas respetuosamente 🙂
-
Excelente!!! El anestecista hablaba y hablaba conmigo.. Todo me contaban y fue hermoso sentir el jalón cuando bajaban a mi bb
- Si, en los dos partos me sentí muy bien tratada, el primero fue más intervenido, me pusieron suero y anestesia, pero muy amables los doctores, me calmaron todo el tiempo, me dieron muchos ánimos y todos felices, el segundo fue con la misma ginecóloga y en el mismo hospital,que es muy pequeño por cierto, mis niños eran los únicos bebés!!! en ambos casos, atención personalizada 😉 pero ya no me hicieron nada de nada porque ya llegamos nadamás para que naciera, ni tiempo les dio de tener ideas 🙂
- Sí, aunque a decir verdad, hubo cosas que tal vez no debieron ser como la ruptura de membranas o la oxitocina para regular las contracciones, pero pues, uno aprende de los errores…
- Nosotros huimos de los hospitales por miedo a ser intervenidos más de lo necesario o que no me fueran a dar mi propio espacio. Decidimos tenerlo en casa y fue una maravilla, a pesar de que fue largo…fue como un dulce viaje recorrido. Mis parteras fueron muy humanas y pacientes con nosotros. Es la mejor decisión que pudimos tomar, la mejor!!. Aquí los únicos que sufrieron son todas las personas que no entendieron nuestra decisión y tenían mucho miedo de que fuera en casa. Saludos a todas!
En Twitter :
@eli_gisele no,horrible,con palabras ofensivas y posturas poco agradables,aparte del amargo sabor de separarme de mis hijos apenas nacidos
@juliefernn solo en uno de los partos… Aunque luego lo embarraron las enfermeras de piso. Fueron 3 partos “normales”.
@dedosmadre Fuiste bien tratada durante tus partos o cesareas?”/ muy bien. Dos cesáreas complicadas y vi a mis hijos enseguida.
@Angela_Gael mi ginecologo fue 1 amor, pero el pediatra no! Me separaron d Gael y no me asesoró como debia. Le di unfollow digo lo cambié
@carlabacita súper bien! Mi gine actuó muy rápido y me sentí muy protegida.
Hay experiencias buenas (me encanta, si no seria demasiado desolador el panorama) es una muestra muy pequeña y nada representativa, pero tambien hay experiencias que dejan mucho que desear, partos robados, mujeres minimizadas, maltratadas en uno de los momentos mas sensibles de su vida, y estas experiencias pueden marcarte a tal grado que puedes en el peor de los casos decidir no volver a embarazarte para no pasar eso o causarte una depresiñon post parto fuerte, ni hablar de lactancias que cuestan mas trabajo todavia con un bebé maltrado, lleno de fórmula sin autorización de la mamá, una mama adolorida y triste, con severas dudas sobre su capacidad de maternar y un entorno hostil.
Me enviaron este testimonio, en un hospital de México, y me quedo con la ultima pregunta, si un pais trata sí a sus mujeres, que pais es este? -aunque el maltrato es a nivel mundial, aca otro testimonio de España–
Escribo esto porque se que hay otras mujeres que no merecen que las traten así, como me trataron a mí y como vi durante esos días que trataban a varías mujeres ese hospital mujeres desde mayores hasta muy niñas.
Con este relato quiero sanar mi herida, esa que tengo desde hace casi un año y lo hago ahora porque se acerca el cumpleaños de mi niña y no quiero tener que recordar lo malo ahora soy muy feliz con todo lo que tengo: mi hija, mi esposo, mi vida. Espero también que este escrito ayude a muchas madres que pasaron por lo mismo a sentirse no bien… pero tal vez un poquito mejor.
Yo supe de inmediato cuando estaba embarazada, a lo mucho tendría 3 semanas, pero empecé a sentirme rara y solo lo sabía. Una prueba confirmó todo y a mis casi 29 años estaba embarazada. Mi embarazo no fue hermoso, me chocaba leer todas esas cosas de la “etapa más bella de la mujer”, yo estaba hinchada como un refrigerador y mi panza no botó recién hasta el octavo mes, así que solo me veía rara como un gran oso.
Eso no fue todo tuve molestias horribles, entre ellas, una disfunción de la sínfisis púbica a partir del sexto mes, con esto fui empezando a conocer el modo en que te tratan los médicos, mi ginecólogo se reía en cuando me oía quejarme de los dolores que esto me producía y solo me mandaba paracetamol, que obviamente no me aliviaba en nada, el dolor era insoportable y solo gracias al recurso del internet supe que era lo que tenía y con una búsqueda productiva encontré un manual quiropráctico de terapia para este padecimiento, mi esposo con un amor y paciencia infinitos me ayudaba hacer los movimientos todas las noches y gracias a eso pude dormir bien lo que restaba de mi embarazo.
Se acercaba el gran día, y yo estaba convencida de que sería parto natural, N estaba en posición y el ginecólogo me decía que “tenía buena pelvis” pero pasaba el tiempo y nada, llegamos a las 41 semanas y no veía que nada cambiara, caminaba mucho con mi marido hasta quedar exhausta. Y lo peor de todo es que estaba muy hinchada, fui a emergencias del seguro donde me revisaron me preguntaron cuanto tenía y me regresaron a mi casa “camine mucho”.
Eso hice por días, hasta que un sábado me sentí muy mal, la pierna izquierda la tenía hinchada como elefante y tuve mareo y visión borrosa. Así que decidí ir al seguro de nuevo me recibieron en emergencias y les dije mis síntomas y que me sentía muy mal, ya había botado el tapón mucoso pero no tenía contracciones ni dilatación. Me dijeron que ya me quedaría internada así que me acostaron en una camilla de urgencias y me pusieron un suero eso me hizo sentir muy nerviosa desde el principio.
Ahí empezó mi calvario.
Iban y venían médicos de turno que solo se limitaban a hacerme un tacto y decir “no esta nada dilatada” y se iban. Los practicantes venían más seguido pero con ellos no me dejé que me hicieran tactos, cosa que los molestó mucho y también como que me dejaron abandonada durante horas, regresando para preguntarme “señora EN SERIO NO SE VA A DEJAR HACER LOS TACTOS?” cuando les decía que no se enojaban mucho más y se iban.
Durante el transcurso del día me sentí mejor y mi pierna dejo de estar hinchada, me sentía muy triste y ansiaba abrazar a mi esposo pero estaba totalmente incomunicada y no me dejaban ni pararme para ir al baño, tenía que hacer en un cómodo con toda la gente a mi alrededor. Durante toda mi estadía en el seguro que fue de aproximadamente 5 días pude contar unas 178 veces, y tal vez fueron más, en que me preguntaron ¿no se va a poner el dispositivo intrauterino después de dar a luz? A lo cual me negaba y recibía todo tipo de comentarios.
Solo una médica me trato bien, era muy joven y guapa era bueno encontrar alguien que te sonriera, ella me dijo te voy a mandar a piso a que te hagan un ultrasonido, si todo sale bien te voy a inducir el parto para que ya no estés más aquí.
Subí a piso esa noche ahí me hicieron una prueba de la cual no recuerdo el nombre pero no era un ultrasonido eso era seguro, después de media hora la doctora de piso junto con un doctor me dijeron: “te vamos a programar una cesárea” me sentí muy triste, pregunté la causa y me dijeron que la prueba había revelado que el latido del corazón de la bebé estaba muy irregular y que tal vez tenía el cordón enredado. Nos dejaron solos y yo lloré mucho con mi esposo, -¿por qué cesárea? El ginecólogo hace menos de una semana en el ultrasonido dijo que la bebé estaba bien, nada de cordón enredado y estaba en posición, el solo me escuchaba, hasta que me dijo mira si quieres nos vamos, pido un préstamo y vas a tenerla en un hospital privado. Yo lo miraba y pensé, no puedo hacernos esto, en serio no puedo, ya dejé de trabajar para estar con ella y el carga con todo y es poco lo que llega. Lo acepté después de todo entre nuestra imposibilidad económica y que, sinceramente, primeriza y te meten miedo los médicos, me dijeron “sufrimiento fetal” y dejé de oír.
En la mañana del domingo me prepararon para la operación y me bajaron a quirófano. Donde estuve todo el día hasta el día siguiente en la sala de partos, donde veía ir y venir parturientas gritando de dolor y anestesiólogas gritándoles que se callaran.
Cada 15 minutos llegaba una chica practicante a oírle el corazón a la bebé. Llegaban los de turno y nadie me hacía caso, pasaron 5 cesáreas “de emergencia” antes que yo porque textual uno de los médicos me dijo “es que a ti no te duele nada y ellas velas pobrecitas mejor ellas primero” . Todo el día transcurrió así, yo sin poderme levantar al baño, con la boca seca sin poder beber un vaso de agua. Creí en un momento que me volvería loca cuando por fin llegó otra médica revisó mi expediente y dijo “ella que hace aquí? Que la suban a piso, si su embarazo esta muy bien y que baje de nuevo al día siguiente para una inducción” se que leerlo suena sencillo pero después de pasar 24 horas en la sala de urgencia de tocología sin dormir, comer, oyendo todas las torturas (si porque para mí fueron torturas) a las que las pobres parturientas eran sometidas y yo peleando porque no quería más tactos, ni encuestas acerca de cuando inicié mi vida sexual y porque no me quería poner el dispositivo.
Pasó una joven cerca de mí con un celular y le pedí que me dejara mandarle un mensaje a mi marido: “¡ay no! No puedo porque que tal que me regañan a mí” era una total prisionera. Exploté, le dije a una enfermera que quería irme y que no sé como le iban a hacer pero que le llamaran a mi esposo porque ya me iba. Me miraron con ojos de plato y no volvieron hasta dos horas después con un doctor: “señora que se quiere ir? No se vaya mire ahora el quirófano está desocupado, piense en su bebé ahora mismo la opero yo que le parece?” asentí. Me prepararon me inyectaron la anestesia que me dolió muchísimo y la anestesióloga gritándome que me callara “cállate, gritar no va ayudarte” Me metieron al quirófano y me amarraron, cuando empezaron a operar sentí claramente el bisturí entrar en mi carne y empecé a llorar, a gritar y quejarme que me dolía que lo estaba sintiendo, la anestesia no funcionaba o algo… solo los oía reírse de mí a todos los practicantes, enfermeras, el médico.
Me limité a llorar el resto de la operación, cuando oí a mi hija llorar me la pasaron para que la viera casi no recuerdo su cara pero si recuerdo que alguien dijo “miren igual de chillona que la mamá jajaja” Lloré mucho mientras me cosían y me pusieron una mascarilla que me durmió.
Cuando me llevaban saliendo del quirófano me desperté, fue muy rápido para mí y escuché llorar a mi hija, sabía que era ella, le pedí a la enfermera que me la trajera y me dijo “no te la puedo traer hasta que muevas las piernas” levanté la sábana y doblé las dos piernas, recién operada, ella me miró asombradísima y me dijo “es que tiene que ir a la incubadora un rato porque todos los recién nacidos nacen fríos y blabla” en ese momento comencé a llorar de nuevo y a rogarle que me llevara a mi bebé mirándola a los ojos, no sé si se conmovió o que pero me dijo “bueno te la traigo un rato PERO NO LE DES DE COMER! Eh sino te la quito, ella tiene que tomar un poco de suero glucosado” como no quería que me la quitaran de dije que sí a todo.
Me llevaron a mi pequeña aun llorando como leoncita y en cuanto me la puse en el pecho saludándola dejó de llorar, “ay mira que raro ¡contigo ya no llora!” cuando la tuve conmigo tenía muchas ganas de ponérmela en el pecho para que empezara a mamar, pero también tuve mucho miedo de que si me viera la enfermera loca me la quitara así que no le dí en ese momento.
Lo demás ya son detalles que me alargaría mucho contándolos, solo me queda decir que me fui a mi casa dos días después con una lata de fórmula, antes ya las enfermeras se burlaron de mí obligándome a aplastarme los pechos enfrente de ellas para decirme “ya ves ¡no tienes leche!”. Afortunadamente soy muy terca y no les dí ese gusto, me robaron mi parto, no me iban a robar mi lactancia, que fue una total bendición, lo sigue siendo 11 meses después.
Solo quiero mirar un futuro lleno de luz, reformado, en el que el sistema de salud público trate a todos sus pacientes como personas, como si fueran de su propia familia, con vocación por la vida, al fin y al cabo son ellos los que tienen vida en sus manos. Y si se puede, solo hay que ver los sistemas de salud de Europa. Y si un país no trata bien a sus mujeres y a las de parto, ¿que clase de país es ese?
Yo soy mamá de 2 niñas, y algo que espero es que ellas no vivan la llegada de sus hijos (si deciden tenerlos) de la forma como yo lo viví, espero que tengan la información para buscar ser tratadas con respeto, ellas y muchas mas, podemos ir cambiando cosas, no de la noche a la mañana, pero se puede dejar la semilla,
Qué horrible experiencia!! y lo peor es que no debe ser la única =(
Yo tuve cesárea aunque innecesaria; no me informé durante el embarazo, ese fue el resultado y sí, me pesa. No fui maltratada, aunque sé que la cesárea en sí no fue respetuosa.
Nadie me gritó ni me humilló, me trataron bien, todos muy amables; estuvimos en alojamiento conjunto. Yo esperaba apoyo para la lactancia pero no lo tuve y salí del hospital con mi respectiva lata de fórmula, la cual usé dos días y luego fue a dar a la basura.
Uff! Que dificil leer esto… Y mas triste es saber que sigue pasando, en nuestro pais y en muchos otros. En mi caso, lo que me pareció una muy grande falta de empatia y de respeto con las parturientas, es que nos manden a callar, al menor asomo de grito o rugido o mujido, (o como le quieran llamar a los sonidos guturales que te nacen cuando estas de parto) Y que las mismas mujeres, enfermeras y doctoras, que se supone deberian tener masyor entendimiento con nosotras, son las que mas te dicen que te calles, que no hagas ruido o no te haran caso, que a poco “asi gritabas cuando lo estabas haciendo”…. Es irrespetuoso e inhumano, es asqueroso, es desolador, es triste que las mismas mujeres no podamos o no queramos apoyarnos, en ese momento unico de dar vida, deberiamos estar mas unidas, como las mamiferas que somos. Igual que tu, soy madre de 2 niñas, y lucharé toda mi vida, con todo mi ser, para que ellas no tengan que pasar por algo como esto.
Si bueno la verdad es que si te vas a un hospital publico tu tienes que ser mujer de caracter fuerte y no dejar que te mangoneen como trapo como le paso a la pobre senora de la historia aqui arriba. yo lo vivi mas o menos parecido pero siempre exigi que me trataran bien y me opuse al tacto varias veces, incluso cada vez que me oponia firmaba un papel y con eso ya es todo. Cuando te ponen la anestesia pues tienes que saber tu peso exacto sino no te hace efecto yo di mal mi peso y me pusieron de mas y casi senti que se me paraba el corazon pero pues es mi culpa por aumentarme kilos y no tomar la precaucion de pesarme en mi casa. El dia que entré ese dia tuve a mi nena, eran las mismas condiciones descritas aqui arriba cero vaso de agua, sin comida, aislada totalmente, entonces todo depende de una y hay que ser fuertes si quieres que todo salga bien, también depende de ti aunque no seas medico no te puedes llegar a aplastar alli como un maniqui sin hacer nada. Entré a las 10 am y pues nadie me habia hecho un tacto jamas y el medico que me me inistio que era necesario le crei, metio la mano y apenas si me dolio le pegue un punetazo en el brazo, saco la mano y muy ofendido puso en mi expediente que yo era agresiva y me ingreso. Cuando subi a piso pregunté quien me iba a atender y una doctora se me acerco, yo le dije que ya queria que naciera y me dijo bueno y que tal aguantas el dolor??? Le dije la verdad: no aguanto ni tantito soy super llorona. Me dijo si quieres te hago cesarea de una vez. Le dije que si ya estaba a mitad de la semana 40 que mas daba, ya habia dilatado tres centimetros y botado el tapon asi que vamonos. Si es una experiencia violenta la cesarea, claro que si digo que esperan? Te rajan la panza, se sienten jaloneos, apenas pasa la mugre epidural el dolor es como si te explotaran las tripas, pero asi es.
la violencia obstetricia ocurre lamentablemente tanto en los hospitales públicos como privados, no siempre se da, no en todos los casos, pero he escuchado tanto de buenos y malos tratos en publicos y privado.
Nosotros NO debemos dejarnos de que nos echen la culpa ni sentirnos que somos el problema, NOSOTRAS NO debemos de justificar al sistema completo de salud por la falta del trato humano, hay enfermeros, practicantes, doctores están cansados por turnos excesivamente largos, quejas y exigencias de tantos pacientes, tambien hay quienes hacen “milagros” por la falta de recursos que tiene el sistema de salud, pero a su vez la falta de apoyo económico que el sistema de salud tiene por parte del gobierno.
Nada, absoultamente nada, justifica la violencia obstetricia, una vez más, nosotras no somos justificación ni debemos justificar a nadie más por lo mismo.
El parto humanizado se debe dar tanto si es cesárea como parto natural; y debemos de estar informadas en todo el momento, desde la primera consulta hasta que nuestros bebés hayan nacido