Actualmente de una forma o de otra casi todos necesitamos encontrar nuevas formas de generar dinero para complementar lo que ya tenemos.
O tener una entrada de dinero extra sin tener que dejar a nuestros hijos en otras manos.
Ya se acabó la época donde pensábamos que con una carrera universitaria o un trabajo “de planta” ya tendríamos en cuestión de dinero todo resuelto, la situación es que el mundo cambia muy rápido, hay profesiones nuevas, profesiones que cambian, nuevas formas de trabajar y diferentes formas de organizarse como familia.
El problema es que muchas veces pensamos que “no sabemos hacer nada”.
Yo misma lo pasé, ves a otras blogueras que publican y están movidísimas trabajando y una piensa “es que no se hacer nada, no tengo nada que ofrecer“.
O que necesariamente tienes que publicar cientos de artículos y tener un blog y redes sociales, y cuando uno está en el primer escalón todo se ve muy complicado y no sabes ni como empezar.
Pues vamos a empezar desde el principio 😉
Haz una lista de lo que sabes hacer
Así de sencillo todo, todo lo que se te ocurra, que sabes calcular el IVA, que sabes hacer facturas, que sabes hacer flan de queso, sabes tejer, poner repisas, hablar con gente, vender, manejar, todo, una listo tipo “tormenta de ideas” .
Ya que tengas tu lista, tacha lo que no disfrutes o no te guste hacer, pero estoy segura de que te quedará una lista mínimo de 5 a 10 cosas.
Así puedes ver que habilidades tienes que te motiven mas y creas que puedes sacarle provecho, pueden ser tan diversas como hacer galletas, o que tienes paciencia para vender y tratar con gente (cobrar es todo un arte), que eres excelente mecanógrafa y tienes una buena ortografía, etc.
Y ya puedes decidir, si te gustaría vender galletas y postres por ejemplo, o decides vender por catalogo diversos objetos, o alguna manualidad que disfrutes hacer, lanzarte como asistente virtual por ejemplo.
Lo importante es darte cuenta de lo que tienes para ofrecer al mundo, muchas hemos sido educadas en la idea de que sólo debemos hacer “para lo que estudiamos” o que si no es un empleo de 9 a 6 no vale, o a no sacarle provecho a todas las habilidades que adquirimos aunque no las respalde ningún diploma.