Cuantas veces hemos leído que “no pasa nada” por dar nalgadas a los niños o pegarles para “educarlos”

Que somos una exageradas, que darles nalgadas no los va a matar y que estamos criando blandengues, cuando no delincuentes noa llegan a afirmar-

Es frustrante leer que se dice que hasta se “agradecen” las nalgadas , o piensan que “gracias a lo que me golpearon mis padres soy gente de bien”. Y los letreros “moralizantes” que circulan en redes sociales glorificando los cinturonazos, la chancla voladora o los castigos.

Y nos quejamos de la delincuencia y de la corrupción y aseguran que si les hubieran golpeado lo suficiente a los niños no serían delincuentes. Que gran descubrimiento, no se por que en las cárceles se les golpea a los presos o en los empleos los jefes no les pegan a los empleados que tienen alguna falla si las nalgadas son tan efectivas.

Según este artículo de CNN el pegar a los niños afecta el desarrollo del cerebro, su capacidad para tomar decisiones y como lo hemos mencionado anteriormente, al pegar les enseñamos a evitar el castigo, peor no aprenden a diferenciar bien o mal o a que no hagan algo incorrecto si no hay quien los pueda ver y los castigue. Ya existen estudios que se han llevado a cabo por varios años revisando si en realidad las nalgadas son inocuas y si realmente tienen algún efecto en la educación, y los resultados nos indican que causa mas problemas de los que supuestamente evita.

http://edition.cnn.com/2014/07/23/health/effects-spanking-brain/index.html

“Los investigadores encontraron que los niños que eran regularmente azotados tenían menos materia gris en ciertas áreas de la corteza prefrontal que se han relacionado con la depresión, la adicción y otros trastornos de la salud mental, según los autores del estudio.”

“Cuanto más materia gris tienes en la toma de decisiones, la parte de procesamiento de pensamiento de tu cerebro (la corteza prefrontal), mejor será tu capacidad para evaluar recompensas y consecuencias”, escriben los autores de un estudio de 2011 que apareció en el Journal of Neurociencia Cognitiva. La triste ironía es que cuanto más físicamente castigues a tus hijos por su falta de autocontrol, menos tienen. Aprenden a ser controlados por fuerzas externas (padres, maestros, jefes), pero cuando el jefe no está mirando, ¿qué?

“Exponer a los niños al HCP (castigo corporal severo) puede tener efectos perjudiciales en las trayectorias del desarrollo del cerebro”, http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2896871/.”

“El castigo corporal severo en el estudio se definió como por lo menos una azote por mes durante más de tres años, hecho con frecuencia con objetos como un cinturón o una paleta. Los investigadores encontraron que los niños que eran regularmente azotados tenían menos materia gris en ciertas áreas de la corteza prefrontal que se han relacionado con la depresión, la adicción y otros trastornos de la salud mental, según los autores del estudio.

Los investigadores también encontraron “correlaciones significativas” entre la cantidad de materia gris en estas regiones cerebrales y el rendimiento de los niños en un test de coeficiente intelectual.
Varios otros estudios apoyan estos hallazgos. Un estudio de 2010 publicado en Pediatrics encontró que frecuentes – más de dos veces en el mes anterior – las nalgadas cuando un niño tenía 3 años estaba vinculada a un mayor riesgo de mayores niveles de agresión infantil cuando el niño tenía 5 años.”

http://pediatrics.aappublications.org/content/125/5/e1057.short