Crianza y educación

La regla de oro de la crianza


Este artículo nos hizo favor de traerlo una forera de Criandocreando (gracias Tania), me parecio tan simple, claro y verdadero…. y es que muchas veces queremos encontrar el hilo negro.

Cuantas faltas de respeto aun “pequeñas” se les hacen a los niños, desde darles un limón (aunque tengan 4 meses y pueda ocasionarle una alergia temprana ) para reírse de las caras que hacen, o pararlos de cabeza, o ridiculizarlos de mil formas cuando no se portan “bien”, golpearlos, por que a las mujeres, los ancianos, o los hombres adultos, a ellos no se les puede pegar, es cuestión de derechos humanos, pero a nuestros niños… es que si no no entienden verdad?…

Cuantas pequeñas faltas de respeto hacemos aún sin querer

Tomado de : http://www.naturalchild.org/jan_hunt/goldenrule_spanish.html

Por Jan Hunt
Traducido por Marcela Araiza

“Trata a otros cómo quisieras que te trataran a ti”

La Regla de Oro ha probado su excelencia como guía moral desde la antigüedad. Los pensadores griegos y judíos, Confucio, Jesús y otros maestros de ética, enseñaron esta regla, la cual es llamada “de Oro” para indicar su relevancia como regla fundamental de vida. ¿Qué mejor enseñanza podemos utilizar en nuestro día a día en la crianza? Una variación de la Regla de Oro para los padres sería “Trata a tus hijos como tú quisieras ser tratado si estuvieras en su lugar”.

Puede ser esclarecedor aplicar esta “Regla de Oro de la Crianza” a los métodos comunes de disciplina, considerando que los esposos están en “el mismo lugar” que los niños a los que se les aplica la disciplina.

1. Castigos Físicos

La esposa derrama el café accidentalmente en el saco nuevo de su esposo. Él le pega.

¿La esposa será más cuidadosa con las pertenencias del esposo en el futuro? ¿O hará que lo arresten por violencia intrafamiliar?

2. Tiempo fuera

El esposo comienza a discutir con un amigo que está de visita. La esposa le dice “¡No es amable que discutas con tu amigo! ¡No lo permitiré! ¡Vete a sentar en tu cama una media hora!”

¿El esposo se volverá menos discutidor? ¿Lo embarazoso de la situación hará que se corrija? ¿Se sentirá con ganas de pedirle disculpas a su amigo?

3. Consecuencias

La esposa está manejando, olvidó llenar el tanque y se queda sin gasolina. Ella llama a su esposo y le pide que le traiga gasolina. Él se rehúsa, explicando que tiene que aprender de las “consecuencias naturales” para que sea más responsable.

¿La esposa se acordará de llenar el tanque cuando esté casi vacío la próxima vez? ¿O estará demasiado preocupada imaginando el divorcio como para pensar en cosas menos importantes como el mantenimiento del carro?

4. Conteo

La esposa le recuerda al esposo, quien está leyendo el periódico después de cenar, que es su turno de lavar los trastes. El murmura “Mm hmm” y sigue leyendo. La esposa dice firmemente “¡Tienes que lavar los trastes ahora! 10-9-8-7…”

¿El esposo sentirá ganas de cooperar con su esposa? ¿O pensará que se ha casado con una lunática? ¿Y se sentirá poco amado?

Todos estos métodos disciplinarios parecen ridículos cuando los vemos de esta manera. Pero la razón es que nuestra sociedad decidió en algún momento que los niños y los adultos responden a diferentes principios de conducta. Este ha sido un error muy dañino. La verdad es que los niños, como los adultos, sienten más ganas de cooperar cuando se les trata con amabilidad, respeto, entendimiento y dignidad. El único método que tiene sentido en las relaciones humanas, ya sea con un niño o con un adulto – es el amor incondicional.

En nuestra sociedad, nos hemos hecho la pregunta equivocada. Hemos preguntado “¿Cuales reglas funcionan con los niños y cuales con los adultos?” La realidad es felizmente más sencilla: Todos los humanos se portan como se les trata. La edad no hace la diferencia.

Los padres que quieren ayudar a sus niños a crecer como adultos amorosos y responsables, no pueden hacer otra cosa mejor que recordar la Regla de Oro: “Trata a tus hijos como tú quisieras ser tratado si estuvieras en su lugar.” Es simple, sencillo y efectivo. Y no necesitamos estar buscando a qué edades aplica esta regla. Es lo mismo para todos.

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Leticia Jiménez
Bloguera y emprendedora, mamá de 2, autora de "Berrinches y rabietas para mamás imperfectas" "De esto no se habla, testimonios de violencia obstétrica" y "Mamá y papá también son pareja" disponibles en Amazon.
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3 Replies to “La regla de oro de la crianza

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