Escribir a mano o escribir en teclados, ¿es igual?
Hoy día es imprescindible escribir en teclados desde que somos niños: tablets, ordenadores y teléfonos inteligentes están, por suerte, cada vez más al alcance de nuestros hijos y eso es bueno. Negar a los niños el acceso a la tecnología no es ni bueno ni conveniente para ellos. Sin embargo, la abundancia de tecnología está haciendo que se produzca una crisis internacional de escritura manuscrita. Los padres, profesores y educadores de todo el mundo están debatiendo si es necesario dedicar tiempo a enseñar esta habilidad que, para algunos, es una habilidad anticuada. En países como Japón, donde la caligrafía tradicional exige muchas horas de aprendizaje, este debate es mucho más intenso si cabe. Este artículo, por poner un ejemplo, lo estoy escribiendo desde un ordenador, lo que me permite ser más rápida, eficiente a la hora de corregir y revisar, y práctica si he de seleccionar, cortar y pegar algún texto.
Sin embargo, la letra manuscrita también está de moda y está volviendo a algunas escuelas de Estados Unidos y otros países después de que algunos estudios científicos hayan demostrado su utilidad cognitiva y de que los padres protestaran por la desaparición de esta habilidad práctica. Por ejemplo, a partir de 2016 en Louisiana, los alumnos desde tercero a duodécimo grado volvieron a estudiar caligrafía gracias a una ley que se aprobó para tal fin. Catorce estados en total incluyeron la letra cursiva en los planes de estudio después de más de una década en la que prácticamente se había abandonado por obsoleta.
Romper mitos
No es solo nostalgia: la eficiencia del teclado puede ser excesiva, al menos en algunos casos.
“Existe el mito de que en la era de las computadoras no necesitamos la escritura a mano. Eso no es lo que muestra nuestra investigación. Lo que descubrimos fue que los niños hasta aproximadamente el sexto grado escribían más palabras, escribían más rápido y expresaban más ideas si podían usar la escritura a mano cursiva, que si usaran el teclado “, dijo la profesora de la Universidad de Washington Virginia Berninger al Washington Post.
El extenso estudio de Berninger, experta investigadora en el campo de la educación, realizado con estudiantes en la escuela primaria indica que aprender a escribir a mano mejora la capacidad de pensar de los niños
Todo el mundo puede beneficiarse de los beneficios cognitivos de la escritura manual, ya sea que esté tomando notas en una reunión o simplemente tratando de descubrir lo que piensa, así que vale la pena que analicemos las ventajas que tiene sobre la escritura en teclado.
Involucra todo tu cerebro.
Los escáneres cerebrales realizados en las dos actividades (escritura en teclado y manuscrita) muestran que formar palabras a mano en lugar de en un teclado requiere de mayor actividad cerebral. También se asocia el escribir a mano con mayor capacidad de retención de información a largo plazo, mejor organización del pensamiento y mayor capacidad creativa para generar ideas.
No se ha podido explicar por qué exactamente se producen estos efectos, aunque los investigadores coinciden que una de las razones puede ser que, al escribir a mano, necesitamos ejecutar diferentes acciones e involucrar todas las áreas cerebrales. Cuando escribimos necesitamos efectuar diferentes movimientos muy precisos para “dibujar” cada una de las letras, palabras y frases, primero en nuestra mente y luego sobre el papel. Por ejemplo, para escribir la palabra “escribir” en un teclado hacemos el mismo movimiento ocho veces (pulsando las teclas) mietras que al escribirlas a mano hay que dar forma a ocho letras en el orden correcto y uniéndolas entre sí. Esto requiere más esfuerzo al cerebro y deja en él una huella más profunda que pulsar una tecla. Este ejercicio parece ser definitivo a la hora de memorizar, razonar y aprender nuevos conceptos.
Escribir a mano= tomar decisiones.
Otra razón por la que escribir de forma manual es superior neurológicamente hablando es que nos obliga a tomar decisiones continuamente. Tres diferentes estudios realizados por investigadores de la Universidad de Princeton concluyeron que tomar notas en teclados fue menos efectiva a la hora de comprender conceptos nuevos, ya que se limitan a transcribir las lecciones textualmente en lugar de procesar la información y reestructurarla con sus propias palabras, como se hace cuando tienes que tomar apuntes de forma manual. Cuando tenemos que escribir a mano, somos más lentas, es cierto, pero esto nos obliga a entender lo que estamos escuchando, escoger las palabras, resumir y tomar decisiones de forma instantánea y rápida, lo que fortalece las conexiones cerebrales y procesamos la información.
Copia a los grandes
Hay montones de ejemplos de grandes escritores que redactaban a mano y luego mecanografiaban: Susan Sontag, Truman Capote o Vladimir Nabokov. Lo mismo ocurre hoy día con Joyce Carol Oates o Quentin Tarantino, quien afirma que la poesía no puede escribirse en un ordentador, o Neil Gaiman, cuyas novelas están redactadas en cuadernos.
Además, la tecnología puede convertirse en una trampa, apagar el ordenador y ponerse a solas con el papel y el bolígrafo puede ayudarnos a mejorar la concentración y el enfoque, y con ello estimular la creatividad.
¿Y los niños?
La escritura y la lectura son las dos herramientas más poderosas que podemos ofrecer a nuestros hijos para su desarrollo cognitivo después del lenguaje hablado. Es una habilidad compleja que no suele desarrollarse de forma natural en la mayoría de los niños hasta pasados los seis o siete años, y forzarla antes suele dar resultados negativos.
A partir de los 8 o 9 años nuestros hijos no sólo estarán preparados para leer y escribir, sino que podemos introducir la escritura creativa para trabajar la imaginación, la creatividad, la narrativa y la percepción y descripción de nuestro entorno. De todas formas, antes de esa edad podemos hacer los mismos ejercicios como un juego verbal. Podemos jugar a escribir finales alternativos a historias clásicas o películas que hayamos visto, redactar por escrito un animal imaginario, construir una historia fantástica entre varios niños, de forma que cada uno continúe el relato que ha comenzado otro, etc. Hay cientos de ideas
¿Qué aspectos podemos trabajar con la Escritura Creativa? Muchísimos, os pongo algunos a modo de ejemplo:
• Mejora el aprendizaje de conceptos nuevos
• Enriquece el vocabulario. Podéis usar un diccionario de sinónimos y antónimos, o un diccionario normal. También hay varios en Internet que son muy curiosos y entretenidos.
• Podemos trabajar la educación emocional y la empatía, hablando de situaciones de nuestros personajes, de cómo se sienten, en tercera persona. También se puede entrenar la empatía cuando escribimos como si fuéramos otra persona e intentamos “ponernos en su piel”.
• Cuando escribes un relato y otros lo leen, o lo lees en voz alta, ganas en confianza, desarrollando la inteligencia intrapersonal e interpersonal.
• Aprendes a resolver problemas de una forma creativa.
• Desarrolla la imaginación, no hay límites a las historias que podemos crear con la escritura. Sin censura.
• Nos permite compartir con ellos una actividad sencilla, económica, que se puede hacer cualquier tarde de invierno. Crear un relato entre todos y verlo crecer cada semana puede ser una forma de comunicación preciosa entre padres e hijos y el momento de compartir y comunicar que tanto escasean en nuestro ocupado día a día.
Así que recuerda, escribir de forma manuscrita es un ejercicio cerebral que potencia todas tus habilidades cognitivas, además de un placer que se está recuperando.
Carmen González
www.manuscrita-mente.com
Enlaces a los estudios citados:
https://www.hw21summit.com/media/zb/hw21/files/H2948_HW_Summit_White_Paper_eVersion.pdf
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2717633/
https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/0956797614524581