Al convertirnos en madres parece que nos hace ser el blanco de opiniones de propios y extraños, ser una mamá que tiene presencia en redes hace que su maternidad sea indagada y opinada por todos los medios.
Mi hija mayor me contaba de la influencer Yuya que hace poco se convirtió en madre, había visto yo un par de notas y pues e dió gusto, se le veía muy contenta disfrutando todas las etapas.
Pero que hace unos días recibió severas críticas por hacer algo que hacen todas las madres, hacerle caritas a su bebé y hacerlo reir, comentaba aspectos de su vida y que ya algunas cosas se le hacian mas fáciles.
Al aprecer a alguien le molestó mucho su tranquilidad y felicidad que la comenzaron a criticar y a hablarle de “su privilegio” y enojados por las risas de su bebé.
Normalmente el ser figura pública con lleva que haya todo tipo de gente siguiéndote, pero esta situación en especial me hizo pensar en temas que hemos hablado muchas veces en este blgo, en lo que fuera el antiguo foro de criandocreando y en asesorías con algunas mamás.
Y es toda la idealización que conlleva la maternidad, tanto que el hecho de que una figura pública se convierta en madre hace que algunas personas posiblemente la nombren bastión de algo y después se ofendan por no llenar sus imaginarias expectativas.
Recuerdo hace muchos años cuando la cantante Shakira tuvo su primer hijo, recibió montones de críticas y no recuerdo quien en agún foro de crianza se desilusionó grandemente porque ella eligió cesárea (discutible decisión, si, pero finalmente su decision) y escribió un furioso posts ya que decía que si ella bailaba así tendría que haber podido parir y bueno, proyectó en ella todas sus ilusiones.
Hace varios años en este mundillo de la crianza con apego (porque esto ya tiene años, con la diferencia de que antes éramos cuatro gatos y además eran ideas “extrañas”, poco a poco han permeado y ahora ya son los “normal”, hace 20 años eran cosas de hippies) había algunas personas que pensaban que criar con respeto era una especie de “checklist” que tenías que cumplir si o si, parto en casa, lactancia perfecta, babywearing (obvio con fulares importados y carísimos) pañales de tela, educar en casa o homeschool, y comida vegana o orgánica cueste lo que cueste.
Toda mamá que no cumpliera la lista era vista con desprecio por la elite de madres perfectas que desde su torre de marfil censuraban y regañaban desde su privilegio, no valía que la cesárea hubiera sido urgente , una “buena madre” tenía que parir en casa con parteras y hadas volando o no estaba haciendo lo suficiente por sus hijos.
Ahora al revés, una mamá que simplemente está pasando un buen rato con sus hijos y compartiendo sus pensamientos y resulta que debe revisar sus privilegios por hacer reir a su bebé.
De hecho es un privilegio muy grande el poder sentarnos a cuestionar nuestra maternidad, otra señal de privilegio es sentirnos cualificados para juzgar la maternidad de otra mujer. Esperemos que muy pronto muchas mujeres puedan tener el privilegio de tener una maternidad deseada, con una red de apoyo, con recursos para poder disfrutar de cada momento con sus hijjas e hijas.
Aun así, aun mujeres con diversas carencias tienen momentos en los que ríen, juegan o les hacen una caricia a sus hijas e hijos, la maternidad no debe ser una carga ni debe significar vivir cabizbaja lamentándose, dejemos de tomarnos tan en serio!.
Hay días que son maravillsosos y te parecerá hermoso cada omento, habrpa también días que te caigan muy mal tus hijos y tu también les caifas muy mal, días que querrás salir corriendo y días que le sacarías los ojos a quien tratara de dañar a tus hijos.
Eso es ser mamá, no puede ser todo totalmente planeado, gluten free y políticamente correcto y sin ofender a nadie, somos humanos y vivimos la vida y la maternidad de la forma que mejor podemos con las herramientas que tenemos en este momento.
Ahora cuentame tu, ¿que piensas de todo esto?
