La moda anti-niños o ChildFree se esparce rápidamente y actualmente parece que los niños son una molestia para muchos adultos.
Ciertamente es molesto un niño al que sus padres no le han enseñado reglas minimas de convivencia ni limites claros, pero tambien es cierto que esta sociedad cada vez es mas intolerante al comportamiento normal de un niños.
Actualmente hay una ley anti-niños en Mazatlán que dice “se prohibe la entrada y estancia de niños menores de tres años en TODOS LOS ESPECTACULOS PUBLICOS QUE SE PRESENTEN EN LOCALES CERRADOS” (http://www.noroeste.com.mx/publicaciones/view/prohiben-en-cines-el-ingreso-de-menores-de-3-anos-1086926 )
No es un reglamente para respetar las clasificaciones de películas, donde por sentido común no debieran permitir que entren niños pequeños a películas que no corresponden a su edad por su temática o escenas. Sino que no se permite la entrada a niños a TODO espectáculo público, ni teatro, ni títeres, ni peliculas hechas específicamente para niños.
Aunque en películas infantiles y en matinees pueden perfectamente entrar adultos sin niños, que hablan por teléfono, dicen malas palabras, recargan los pies en el asiento de adelante, hacen ruidos al comer y otros comportamientos inadecuados, y también hay adultos que en películas infantiles en horarios tempranos se quejan de que haya niños por que ellos quieren “disfrutar los clásicos”.
Y muchísima gente lo aplaude, a veces parece que como ya no se permite la expresión de homofobia o actitudes machistas el odio ahora lo enfocan con los niños.
He leído argumentos que me han dejado entre boquiabierta e indignada, por el pensamiento simplista y la intolerancia y egoísmo que implican si se piensan en profundidad.
Personas que se quejan de niños en los supermercados y dice que los dejen “amarrados y con un periódico y agua” en la casa, personas que quieren “trabajar con tranquilidad” en un McDonald’s y se sientan junto al área de juegos infantiles y se quejan del ruido de los niños que no los deja escribir, personas que le ponen mala cara en el zoológico a una niña cantando en voz alta, y solo es una muestra de los casos que han llegado a mí. Me parece que en resumen y con todas sus variantes las quejas anti-niños pueden resumirse en dos temas principales.
“No saquen a los niños si no se saben comportar”
Los seres humanos somos primates, y somos animales sociales, la socialización y el aprendizaje de normas se logra mediante ensayo y error, y mediante interacción con otras personas y ambientes.
Si se condenara al ostracismo a todas las personas maleducadas poca gente podría salir a la calle y vaya que me he topado en mi vida con adultos maleducados y prepotentes. En realidad pensar en aislar a los niños de esta forma denota que la persona adulta no tiene herramientas ni experiencia con el comportamiento normal de un niño, y ese pensamiento rígido no le da la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones.
Efectivamente como padres tenemos la obligación de cuidar que nuestros niños se comporten, de enseñarles las normas y de no permitir que incomoden a los demás y sí, hay niños que no reciben contención ni dirección de sus padres, como existen adultos que al parecer nadie les enseñó empatía ni autocontrol. Aunque uno no sabe exactamente que circunstancias hay, una vez en el libro “Inteligencia emocional” de Daniel Goleman hablaba sobre un hombre que iba en el metro, y sus hijos estaban realmente inquietos, descontrolados, el hombre estaba como ausente al comportamiento de los niños; y una persona le dijo que debería controlarlos mejor. El hombre se disculpó y le dijo que venían del hospital, acababa de morir su madre y ninguno de ellos sabía como reaccionar .
Por supuesto que no todos los niños inquietos vienen de situaciones tan extremas, pero puede ser una mamá con problemas, sobrecargada, un niño cansado, sediento, que está pasando un mal momento, o simplemente un mal día para ambos, como nosotros como adultos hemos tenido, y en ocasiones tampoco hemos reaccionado correctamente ante ciertas situaciones. Pero eso se logra con algo muy poco usado que se llama EMPATIA, tu dejarás de ver a ese niño llorón en la fila del super en una media hora, será asunto de su mamá toda la vida, no te compliques.
Pero es no significa que todo niño deba ser discriminado.
Porque prohibirle a un ser humano la interacción social por edad, sexo o alguna otra condición es discriminacion.
“No se reproduzcan”
Decidir no tener hijos es una decisión absolutamente respetable y madura. En la actualidad es mas fácil por que ya no es “tu realización como mujer” y por que hay infinidad de métodos anticonceptivos y hasta el derecho a elegir si se continúa o nó un embarazo.
Y así como una mujer que decide no ser madre merece respeto a su decisión, las mujeres que decidimos ser madres también lo merecemos, y los niños como personas con derechos y seres humanos también merecen respeto, una mamá con un niño haciendo un berrinche no lo está pasando nada bien, ni el niño,
Igualmente ya se reconocen los distintos tipos de familias, una pareja del mismo sexo que decide vivir junta ya pude ser reconocida legalmente y esperemos que poco a poco se logre evitar la discriminación y segregación de personas que son diferentes a nosotros. Pero ahora, algunas personas por las que se ha abogado para que se les reconozcan sus derechos son quienes exigen que no haya “escuincles ruidosos” a su alrededor.
Sería muy padre tener un mundo creado a nuestro gusto, pero la realidad es que en el mundo tenemos que aprender a convivir con diferentes situaciones, a mí me molesta la gente que habla a gritos, la gente presumida, la gente que aparenta lo que no es, los que se escarban los dientes con palillos, los que les gustan los toros, los que son partidarios de la “nalgada a tiempo” , los cochistas y mucha gente mas.
Pero en este mundo como ADULTOS necesitamos tener la madurez para adaptarnos a diferentes ambientes y dialogar y saber que cosas sí podemos modificar.
Otra realidad es que la naturaleza es implacable, una especie que no se reproduce se condena a la extinción, y cuando los adultos jóvenes anti-niños lleguen a la madurez o a la tercera edad van a necesitar gente que los ayude y los cuide (y dinero para pagar por que si odiaste a todos los niños de tu entorno dudo que tengas gente joven que te vaya a ver por gusto en ese entonces) y esas personas que los cuidarán son los niños latosos que ahora detestas.
Aunque exista para ese entonces la inteligencia artificial que se ocupe de esos asuntos, seguramente la inventará o perfeccionará alguno de esos niños jodones y llorones que odiaste en los cines y supermercados, así como personas jóvenes que hagan mantenimiento, producirán bienes y servicios, pagando impuestos etc. son los niños que ahora no quieren ver en ningún lado.
y la decisión de no tener hijos es perfectamente respetable y legítima, pero igualmente es respetable la decisión de quien quiere tener un hijo o cuatro, cada quien asume sus responsabilidades sobre sus decisiones, aunque alguien diga que”ya somos muchos” y “no hay recursos” , eso no es culpa de los bebés ni de los niños sino de los que ya estamos en este mundo consumiendo recursos.