Vida de mamá

En este ocho de marzo…

8 de marzo

Sinceramente no sabía que publicar hoy, los 8 de marzo se inundan de letreritos de «la mujer es lo mas bello de la creación» y demás lugares comunes, de letreros de «no hay nada que celebrar» por otro lado.

Y así, de tristeza e indignación de mi parte por que en mi país los feminicidios suceden tanto que ya no sorprenden a nadie, donde las niñas y los niños no están seguros, donde un incendio en una guardería que en un país civilizado hubiera hecho rodar muchas cabezas sigue acumulando polvo y las madres de esos niños siguen en la protesta, donde periodistas son sacadas de su casa y asesinadas, donde asesinan a 5 personas, una mujer entre ellos, y no pasa nada, donde encuentran fosas y mas fosas y nadie pide explicaciones, donde tratan de ocultar todo con un «en algo andaría» y eso justifica lo que sea para no ver y no reaccionar, a veces no dan ganas de escribir.

Después me puse a pensar, que puedo aportar además de mi enojo e indignación, cosas terribles han pasado y tristemente seguirán pasando, ahora pese a que nos falta mucho por avanzar podemos expresarnos, no tenemos que pedir permiso para escribir y ser tomadas medianamente en serio (pregúntenle a George Sand)  o a Sor Juana, que dijo «Entréme religiosa, porque aunque conocía que tenía el estado cosas (de las accesorias hablo, no de las formales), muchas repugnantes a mi genio, con todo, para la total negación que tenía al matrimonio, era lo menos desproporcionado y lo más decente que podía elegir en materia de la seguridad que deseaba de mi salvación».

Quisiera pensar en un acceso de loca imaginación, en una Juana de Asbaje en ésta época, donde no tendría que elegir entre el matrimonio y el convento, con acceso a internet y un blog, si encerrada en un convento escribió lo que escribió, con la libertad que gozamos ahora, ¿que hubiera hecho?.

Falta mucho por lograr, pero yo que escribo este blog y tu que me lees somos privilegiadas, por que tenemos cubiertas nuestras necesidades básicas, por que podemos dormir sin que nadie nos saque de nuestra casa, contamos con cierta educación y podemos lograr que nuestras hijs tengan acceso a ella, a veces hasta en modalidades alternativas, tenemos el acceso a internet, donde hay la libertad de poner desde cosas que pueden parecernos sandeces hasta información muy útil o cursos universitarios gratuitos y en línea.

Como humanidad nos falta mucho, como mujeres nos falta todavía poder salir tranquilas a la calle, liberarnos de todos esos falsos modelos del «cuerpo perfecto», donde si tienes mas de 20 años y no tenes el cuerpo de una adolescente no te toman en cuenta, poder decidir sin presión el NO ser madres sin ser juzgadas, y poder decidir ser madres sin tener la presión laboral de que eso es el fin de tu carrera, poder parir sin sufrir violencia, amamantar sin ser presionada, criar sin tener que partirte en dos entre tu vocación laboral y tu instinto materno.

Han cambiado cosas en estos años, y estoy segura que cambiarán mas en los años que vienen, también habrá cantidad de problemas nuevos y añejos que tendremos que resolver, somos humanos y tenemos claroscuros.

No podemos arreglar muchos problemas ya que nuestro círculo de influencia no es tan amplio, pero en nuestro propio círculo de influencia, familia, la forma como educamos a nuestras hjas e hijos podemos poco a poco ir haciendo sinergía para ir logrando un cambio. Te voy a compartir un fragmento de un libro que yo creo es de mucha utilidad , «mujeres que corren con lobos», no te voy a recomendar donde bajarlo gratis en pdf, por que creo que el esfuerzo de la autora vale la inversión, además es un libro que te van a dar ganas de subrayar y de releer.

«No te amilanes ni te acobardes si te llaman oveja negra, inconformista, lobo solitario. Los estrechos de miras dicen que los inconformistas son una lacra de la sociedad. Sin embargo, se ha demostrado a lo largo de los siglos que el hecho de ser distinta significa estar al margen, tener la certeza de que una hará una aportación original, una sutil y sorprendente aportación a la cultura. Cuando busques una guía, no prestes jamás atención a los pusilánimes. Sé amable con ellos, llénalos de cumplidos, procura engatuzarlos, pero no sigas sus consejos.Si alguna vez te han llamado insolente, incorregible, descarada, astuta, revolucionaria, indisciplinada, rebelde, vas por buen camino. La Mujer salvaje está muy cerca. «

Leticia Jiménez
Bloguera y emprendedora, mamá de 2, autora de "Berrinches y rabietas para mamás imperfectas" "De esto no se habla, testimonios de violencia obstétrica" y "Mamá y papá también son pareja" disponibles en Amazon.
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