Crianza y educación

Mujeres y poder

Hace años, cuando trabajaba todavía para alguien mas, conocí una mujer que estaba al frente de una empresa de producción de ferias y exposiciones, se había levantado desde prácticamente cero, ella era una mujer poderosa en el medio por que su feria era “la” feria de este rubro, una señora siempre amable y cordial.

Además, otra cosa que recuerdo de ella su esposo estaba enfermo, ella le donó un riñón. Para mí era (es) una mujer admirable, también sabía que con sus empleadas era muy justa, si tenían un hijo enfermo o tenían bebé tenía mucha flexibilidad en ese aspecto.

El medio era un medio muy masculino, muy machista y en el medio a ella se le mencionaba como “esa bruja” y básicamente sí trataban con ella, pero lo que yo veía era ese malestar de ellos de que cómo esa mujer podría hacer y deshacer.

Otra vez, donde yo trabajaba llegó un nuevo director que nos dijo que la primera semana sólo quería ver cómo era la organización, que no cambiaramos nada, al final de esa semana nos llamó a cada uno para darnos su opinión y la nueva forma de trabajar. A mis compañetas las felicitó por su trabajo y que siguieran así, y todo muy bonito, me llama a mí y entro muy contenta, me siento y lo primero que me suelta es “tu, tomas muchas decisiones aquí y eso esta mal, ahora todo eso va a cambiar por que yo estoy a cargo” , yo no entendía, y es mas, ni siquiera era consciente de que yo “tomaba muchas decisiones”, finalmente este señor empezó a hacerme mobbing hasta que me obligó a renunciar.

Ahora que tomo conciencia, veo que muchos de mis problemas eran por er “demasiado independiente” “demasiado mandona” o por no ser  tan dócil como se esperaba que yo fuera.

Lo curioso es que yo veía a ejecutivos, altos ejecutivos y hombres al frente de empresas hacer berrinches espectaculares, poner el pié a los demás -mas si eran mujeres- , hacer bulling de muchas formas y eso estaba bien, por que “lo que pasa es que el ingeniero tiene mucho carácter”.

Así pasé varios años pensando que algo estaba mal con mi carácter y que lo que tenía que ser era ser mas “dulce”, y mas “dócil y obediente”.

Ahora , a la mitad de mi vida, a tí que me lees te digo AL CARAJO TODO ESO

Muchas mujeres no le sacamos todo el provecho a nuestras vidas por el temor a “opacar” al de junto, o que nuestra pareja “resienta” nuestro éxito , “-ah si, me dieron la dirección de operaciones, pero no es para tanto, sólo son juntas y juntas, cualquiera lo puede hacer-” , o que se nos vea como brujas o cualquier otro apelativo.

Ser poderosa está bien, usar tu poder , tu inteligencia y talento está bien, tener influencia está bien, y florecer para poder sacar al sol todo el esplendor que tienes en tu cerebro y tus genes está bien.

Y el hombre que se asuste de tu poder no te merece. Un hombre que es realmente para tí se siente orgulloso de tí y de tus logros, por que tiene la suficiente confianza es sí mismo para saber que una mujer excepcional necesita una pareja excepcional.

Va a tomar tiempo educar a la sociedad y a las nuevas generaciones para que valoren a mujeres que ocupan un espacio en la vida, que brillan, deciden, ganan y administran dinero y que viven su vida como ellas deciden. Pero no por que el mundo no esté listo para tí permitas que tus dones se escondan  por temor a que te miren mal.

Hoy mismo, mírate al espejo, mirate a los ojos y toma la decisión de no esconder mas a la mujer talentosa y poderosa que vive en tí.

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Leticia Jiménez
Bloguera y emprendedora, mamá de 2, autora de "Berrinches y rabietas para mamás imperfectas" "De esto no se habla, testimonios de violencia obstétrica" y "Mamá y papá también son pareja" disponibles en Amazon.
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