los pájaros cantadores, y flores de mil colores
alegran mi corazón…
algo así decía la canción que cantaron en el festival de la primavera de hoy…
la música era «las cuatro estaciones» de Vivaldi, a alguna maestra del kinder se le ocurrió ponerle letras… quedó muy pegajosa y para mi fue lo nunca visto -o nunca escuchado, Vivaldi seguro se retorcía en su sepulcro, pero bueno, son niños… 🙂 -…
mi hija fue la «directora»
Cantaron, niños disfrazados de árboles, de conejitos, de tortugas… lo normal y las madres, para variar, emocionadas por nuestros retoños, es cursi, pero es lo normal…
El dia anterior, la directora nos avisó a las incau…madres de la soc. de padres de familia que iban a hacer una «kermess»y que nos tocaba un guiso a cada una, a mi me tocó chicharrón en salsa verde, y que a la salida nos entregaban todo para hacer los guisados…
Les conté que no hubo luz desde las 3 verdad?, a mí me agarró el apagón antes de encender la licuadora…. me tranquilizo y espero, normalmente un corte de luz dura unos minutos, pasó 1, 2 horas, todavía me puse a hacer otras cosas, sin pc como que ya «no me hallo«
y llegaron las 8 de la noche, baño a mi niña a la luz de las velas, la preparo para dormir, eso sí, el cuento no me lo perdonó, con una lamparita le leí «Pulgarcito» por que si no «no puede dormir«
y llegaron las 10 y las 11… y yo ya mesándome los cabellos y tronándome los dedos…
pues que pongo a cocer el tomate, chile y cebolla y saco mi molcajete
y así me tienen a las 10 de la noche a la luz de las velas, como alguna ama de casa de antaño.. de muuuuy antaño, dándole al molcajete
En la mañana muy temprano mi sacrosanto señor (léase costillo) salió a ver si había alguna zona cercana donde hubiera luz, parece que atravesando la avenida ya había luz…. eran las 7 de la mañana…. localizó un puesto de tortas donde había un enchufe de fuera, y aquí una servidora y su pareja salieron con la olla de salsa molcajeteada y la licuadora, tratando de conservar nuestra apariencia de gente seria procedimos a conectar la licuadora del enchufe del poste y a licuar la salsa…
luego corrimos a la casa de nuevo, y terminé de guisar… estas señoras querían que todo «rindiera» y con las cantidades de tomate verde que me dieron, parecía que querían la multiplicación de los panes, o de los chicharrones… pero al fin y al cabo, se vendió, y yo me quedé preguntándome para que me meto en estos argüendes…